El Pleno
Ordinario del 31 de enero pasado aprobó por unanimidad una propuesta mediante
la cual, en líneas generales se acordaba destituir a la dirección Técnica
(Arquitecto y Aparejador) de la piscina cubierta y rescindir el contrato con la
empresa adjudicataria (ISTEM), así como encargar una auditoría externa de las
obras a fin de determinar exactamente el montante de lo realmente gastado en
dicha obra a día de hoy.
Lo
extraordinario es que en la convocatoria del Pleno, notificada a los concejales
como es preceptivo 48 horas antes, el punto en cuestión rezaba: Aprobar la modificación del contrato de
obra para la construcción del Centro Deportivo Urbano Tipo 1 de Arahal conforme
al proyecto que obra en el expediente. Remitir copia íntegra del presente acuerdo a ISTEM S.L.U., a la Administración del
Estado y de la Comunidad Autónoma.
Es decir, que
tras la convocatoria del Pleno realizada el día 28 de enero, el equipo de
gobierno municipal dio un giro radical a su postura y lo que presenta a debate
es totalmente contrario a lo que inicialmente había anunciado.
Tan repentino
fue el cambio que, según pudimos ver en el desarrollo de la sesión, ni siquiera
la mitad del equipo de gobierno, es decir el PSOE, se había enterado y fueron
sorprendidos con el paso cambiado.
¿Qué había pasado?
El día 15 de
marzo del año pasado presentamos escrito en el Ayuntamiento, dirigido al
alcalde, en el que solicitábamos:
- Que se emita informe-certificación del Interventor municipal acerca de las certificaciones abonadas y las presentadas pendientes de pago. También, de los posibles “contradictorios” abonados y no abonados.
- Que se emita informe de los técnicos municipales acerca de todas y cada una de las partidas de que consta la obra, su grado de ejecución y su ajuste a lo determinado en las mediciones y precios del proyecto aprobado.
- Que se convoque a la Junta de Portavoces para debatir y aclarar todas estas cuestiones.
La reunión
solicitada en el punto 3º de nuestro escrito nunca ha tenido lugar. Lo que sí
nos consta es que a raíz de nuestra petición se han presentado por el Arquitecto
Director de las obras varias reformas del proyecto original que han sido
analizadas NEGATIVAMENTE por
uno de los arquitectos municipales. En concreto, nos constan tres informes: uno
de 30 de mayo de 2012, otro de 15 de noviembre y otro de 28 de enero de 2013,
siendo este último el que “tumba” el último proyecto reformado que se pretendía
aprobar en este Pleno del día 31.
El miércoles
23 de enero, tras la Junta de Portavoces convocada para examinar los puntos a
debatir en el pleno del día 31, el alcalde nos dice que quería hablar con
nosotros acerca de la piscina cubierta. Contestamos que antes de mantener esa
reunión queríamos examinar detenidamente el nuevo proyecto reformado que se
pretendía aprobar. Se nos entrega el documento el día siguiente y dedicamos
todo el fin de semana a estudiarlo.
El martes día
29, con el Pleno ya convocado, nos reunimos representantes del PSIA y de IU.
Allí les comunicamos que, desde luego, el PSIA no iba a aprobar ese proyecto.
Primero, porque todos los informes eran negativos: el de los técnicos, el del
Secretario y el del Interventor. Y segundo, y entrando en materia, porque
analizadas determinadas partidas de la obra que se pretendían aprobar no
veíamos su justificación por ningún sitio; muy por el contrario, estimábamos
que se habían inflado algunas de las realmente ejecutadas y se habían
introducido algunas otras partidas cuya necesidad y cuantía tampoco estaban
justificadas en absoluto.
En definitiva,
y resumiendo mucho, nuestra conclusión era que se pretendía que este
Ayuntamiento pagara a la empresa adjudicataria un sobrecoste cifrado en números
redondos en MEDIO MILLÓN DE EUROS. Y
a eso no estábamos dispuestos de ninguna manera.
Así terminó
esa reunión y no tuvimos otras noticias del asunto hasta el mismo Pleno, donde
ocurrió lo que ya hemos narrado al principio. Hemos expuesto los hechos
sucintos, pero naturalmente cada una de las cuestiones planteadas tiene
recovecos que no podemos aclarar aquí por motivos de espacio.
Quedan
patentes cuatro hechos:
Primero. En determinada página web dedicada a
la información local, tanto el Concejal Delegado de Hacienda y Seguridad
Ciudadana (de IU) como el Arquitecto Director ahora destituido, en sendas
entrevistas arremetieron contra el exconcejal del PSIA, Manuel Rodríguez
Lobato, acusándolo de todo lo habido y por haber. Ahora, al aprobar el acuerdo
del último Pleno queda claro que Rodríguez Lobato llevaba razón, no ellos.
Segundo. El cambio de postura del equipo de
gobierno municipal no obedece de ninguna manera a su buen hacer, como quisieron
“vender” en el Pleno. CAMBIARON SU
POSTURA SÓLO TRAS LA REUNIÓN QUE MANTUVIERON CON EL PSIA, cuando les
demostramos que ese proyecto era insostenible y lo equiparamos a una ESTAFA AL PUEBLO DE ARAHAL.
Tercero. El Partido Socialista Independiente
de Arahal (PSIA) ha actuado en este asunto con la máxima lealtad institucional
al equipo de gobierno municipal. Les explicamos, repetimos, con todo lujo de
detalles nuestros argumentos para que recapacitaran, en vez de guardarlos y
hacerlos reventar en plena sesión plenaria. Esta lealtad también se la debemos
a los ciudadanos de Arahal, cuyos intereses debemos defender TODOS.
Cuarto. Se pone de manifiesto que este equipo
de gobierno funciona “de aquella manera”. Ante un asunto tan grave como este,
la coordinación entre IU y PSOE ha brillado por su ausencia. Así veíamos a una
concejal del PSOE escuchando con cara de asombro la nueva propuesta, hasta que
hubo que leérsela otra vez para que se enterara. Y el portavoz del PSOE,
Fernando Chaves asistía al debate que se entabló entre IU y PSIA como el que ve
un partido de tenis: mirando a derecha e izquierda porque no sabía de qué iba
la bola. PATÉTICO.
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